jueves, 31 de diciembre de 2015

Resumen del resumen del año y listita

Que ha sido un año raro, raro, raro hasta al hartazgo, no lo puedo negar.
Tuve logros y permitanme hacer uso de mi coloquialismo al que si usted me sigue desde hace rato estará acostumbrado: también tuve situaciones bien del orto.
En una entrada anterior les conté que había perdido un amor y un ovario. Hoy no creo haber perdido nada. Estoy en paz, qué sé yo. Y en paz no significa que no me duelan cosas todavía, en este caso estar en paz quiere decir que no tengo reclamos con el universo.
Extrañamente, nunca hablé de mis gatas en este blog. Este año, en marzo, me volví mamá de la colorada más linda y feliz de todo el felinomundo. Se llama Talita y tiene varios problemas de salud, pero la mayoría del tiempo ella no se entera que la vida es difícil. Sin embargo yo no puedo evitar entristecerme rápido cuando menciono estas cosas, cuando vamos al veterinario, cuando los resultados no son como deberían ser... "Si alguna vez te fueras, aun habría primavera, el mundo continuaría, pero ya sin poesía" Eso siento con ella, faltaría la gracia que hace que el mundo, mi mundo, tenga sentido alguno. Por otra parte, La Molly, cumplío 8 abriles casualmente el 2 de abril. Seguimos juntas, pero ahora siendo una familia. Enteras o a pedazos, pero siempre las tres. Hay un momento en que sentí en la piel la revelación de que somos un equipo.
Empecé el profesorado en artes visuales en la Belgrano. Lugar mágico y cálido que me brinda todas las mañanas un segundo hogar. Quiero ser artista. Quiero ser docente. Esta es la afirmación más fuerte que pude gritar este año. Ansío volver en marzo y algún día retribuirle a esta casa todo el amor y el aprendizaje que me dio.
Otro logro no tan importante, mas nada menor, es que es llevo un año ininterrumpido de terapia. Ey, re bien. Mirá que yo descreía del psicoanálisis. Y acá estoy, che! Lunes a lunes elaborando un poco más mi cerebro y exprimiendo el inconciente. Creo que  con lo dramática que soy ya me hubiera explotado un ojo.
Resumiendo este resumen y permitiendome la redundancia, fue un año que me hizo crecer mucho. Hubo cosas en las que en una primera instancia, me hubiera gustado crecer en un tiempo futuro y no en este. Pero así paso y articularlo todo no es algo rápido.
Al final, puedo decir que tengo las manos más ásperas y el corazón más sensible.


Y acá se vienen las cosas que tengo que hacer y/o conseguir este 2016!:
-papel sulfito, en la brevedad, para dibujar chorradas y naturalezas muertas hasta el hartazgo, que tengo que llegar a marzo con un dibujo bastante pulido.
-copa menstrual y protectores diarios de tela. jpi as fuck, ecologista foreva.
-Hacer ejercicio. Sí, horrible de decir y más aún de concretar, pero viste... hay que hacerlo.
-Bailar más.
-seguir constante con los estudios.
- Sobrevivir al macrismo. Luchar en contra del macrismo, del machismo, y todos los ismos que nos cagan la vida.
-Nutrirme de las cosas que me hacen bien y no quemarme la cabeza con cosas que solo existen en mi mente.
- Quererme más
- Conocer a Dante
- Conseguir un trabajo que no me haga odiar a todo el sistema
-No sé, no se me ocurren más cosas, pero fija las hay.

El punto tampoco es ponerme metas o pautas. Sí es sentirme plena, sí es recibir lo que tenga que venir bancando los trapos o con la panza al sol, según lo amerite la circunstancia.
Vivir y dejar vivir y como dijo mi psicólogo: que podamos ser la mejor versión de nosotros mismos.

Feliz año :3

lunes, 14 de diciembre de 2015

germinar

Fui a la plaza.
Por primera vez en mi vida ver a la bandera flamear sobre la rosada significaba algo. Lloré cantando el himno, porque quizás jamás me sentí tan argentina. Festejé a Evo Morales porque sentir en la piel la hermandad latinoamericana me erizaba el corazón.

No queda otra que resistir. Todos los días aparecen nuevas noticias y frases terribles de este nuevo gobierno. La represión está acechando todo el tiempo. Cultura es mala palabra. Y yo sí voy a hablar de enemigos, no me uniré jamás a alguien que tiene un desprecio enorme sobre las minorías y los derechos humanos.
No voy a ser cómplice de una revolución de la alegría. Alegría solo sienten los que se llenan los bolsillos a costa de todo un pueblo. A la gente le gusta el marketing y sentir que podemos ser como Estados Unidos, como Europa, ese síndrome cipayo que no los deja ver que no hace falta que haya banderas ajenas para que colonicen sus mentes y sus actos.

Podrán censurarnos, pero el arte será eterno.
Es la voz que quedará cuando ninguno de nosotros quede.
Es la semilla que germina contra toda adversidad.