Durante el alba creciente
Del terrateniente,
Don Bruno, jamás oportuno
Vislumbró de repente sin temor en los dientes
La espalda magnificada
De Ariana, una bella dama.
-Oíd su canto- clamaba.
Mientras que la dulce damisela
Con rapidez de centinela
Corre a otro aposento
Con tanto remordimiento
Que la muerte se asoma para mirar.
Entonces Ariana encuentra a su amada
Y ésta la acaricia, la enmienda,
la desnuda y le recuerda que
todas las mociones bailan con
susurros de canciones.
¡Ay de vosotras, mujeres!
¡Que las escuche San Servais!
Porque el destino se aproxima y la muerte acechando está.
Quien hoy suspiraba, su curiosidad saciará.
-A quién le canta Ariana, por quién vela una vez más. Debo averiguarlo, debo saberlo ya.
Y quien busca encuentra, quien persiste vencerá.
La desnudez de una flor,
El sufragio de una canción;
Ya no existen al observar
Que Don Bruno pudo encontrar
El hogar de esta realidad,
Que aunque sea solamente uno, pronuncia dictatorial:
-Ariana, hermosura impura abismal, tu cabeza rodará, manchando de carmesí el orgullo de tu ciudad.
I don't know. Espero que me den sus opiniones o.o
Beso ^^
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