viernes, 16 de abril de 2010

16 mañanas, tu perfume, y ese abril.



Corría a buscarte, tenía que terminar tu bizcochuelo, quererte un poco, decorarte. Tenía que llegar para armar alegrías exclusivas, tenía que serte puntual.
Llegar a casa parecía algo cada vez más díficil, pero no imposible. El colectivo me sacudía las ideas, me dibujaba tu cara en la ventanilla. Cuánto tenía que decirte! Que cantarte!
Saltando entre la gente iba por las calles, empuñé la llave para abrir la puerta de mi casa.
Pusé el mantel, llame a nuestros amigos... Luego recordé que seríamos sólo vos y yo. Con razón me daba ocupado.
Terminé de preparar la torta y le puse una velita, era azul, hubiera querido que fuera verde. La prendí, apagué las luces. Tenía miedo de no verte entrar con tan poca iluminación, de que no pudieras reflejarte. Vos no tenías llave, pero entrabas igual. Y entraste.
Agarraste mi mano... Tocaste mi boca con un dedo... Y la oscuridad nos abrazo.
Feliz cumpleaños, te dije.

^^

No hay comentarios: