jueves, 13 de mayo de 2010

Bola 8.



No hace mucho tiempo que conozco al rosarino, y eso no importa.
Que iba a terminar como mochilero prostituto, me dijo, recorriendo el país; que su filosofía era la calle, aunque no creyera en eso.
Que grande, el rosarino… Y su carita de pibe teatral, lo primero que vi entrecomilladamente en él. Y él habrá visto en mí una esclavitud hacia los pinceles; francamente no lo sé.
Amiga porteña, me dice.
-Amiga porteña, cómo estás, querida.
Siempre estamos bien, dependientes, obligados, hijos del rigor, desconociendo, e incluso esclavos religiosos de nuestro arte, pero con Rosario, no hay verbo to be en azul.
Respondo con un amplio “bien” y ya nos fuimos a ninguna parte, es decir que nos vamos al lugar donde nos conocimos.
Las gotas bailan en las veredas santafesinas y Buenos Aires es amenazada por un viento frío. Rosario es todos conmigo.
-Nos delatamos muy rápido- dice.
-Vos viste en mis letras tu última aventura, y yo no hice más que decirte que sí, que yo también, eso pasa, miamigo.
- Totalmente, esto pasa en el pueblo y en el exterior…
- ¿Y si el cielo fuera una tela gigante y las estrellas fueran agujeritos? ¿Qué hay detrás de esa tela? ¿Qué hay de noche?
El rosarino responde cosas imposibles, como por ejemplo que allá afuera hay un payaso gigante iluminando su acto interestelar y nosotros vemos esos reflejos en forma de estrellas, pero eso no puede ser cierto, porque todos sabemos que los payasos se duermen en el crepúsculo.
Mas yo me muestro insistente.
-¿Y mi vida? ¿Yo también tendré agujeritos de noche?
Rosario se ríe, y ahora dice que hay un bichito de luz. Que gracioso decir ‘’bichito de luz’’ cuando sería más grande que Júpiter.
-Ahora que lo pienso, ¿Mi alma será un bichito de luz, de noche?
El rosarino no está seguro de nada, excepto de una cosa. En cambio yo, estoy segura de 3:
-La primera, el rosarino es de Rosario y no se discute.
-Nosotros somos de ninguna parte.
- Y que el mundo, nuestro planeta, el ecosistema mayor por excelencia, no es más que una bola 8 cósmica a la deriva, en un pool celestial en el que la suerte, el azar, el tiempo y la memoria, son nuestros familiares más allegados.


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El título original es ''A la deriva'' Sí, sí, por el cuento de Horacio Quiroga. La consigna era escribir un cuento con el mismo título. Y salió esto, espero que os guste.
Rosario, take it! :3

5 comentarios:

Unknown dijo...

Ay...
como me encantan tus cuentos ;-;...
son, no se, geniales e inspiradores

Wepa dijo...

Ahora fuiste mas lejos, comenzas a "flasharla" como nos gusta a nosotros, ni mucho ni poco, es facil flasharla, pero no relatar un flasheo, describirlo y enroscarlo in the alia way.

Tarea creativa, a mi no me daban esas cosas :(.

A veces pienso que lo que yo trato, Alia lo logra sin saberlo.

es como tener una amiga Mozart y sentirse un Salieri. xD no es tan así, me gusta lo que escribo. Salieri termino mal.

Te quiero amiga mia, calenta la pava que en unas 800 horas estoy allá.

Milenaa dijo...

Lo ame! me encato jeeje ♥

Lucas dijo...

qué grande el Rosarino; muy bien logrado todo.


Saludos.

Robertino dijo...

Contra mis propios principios expresivos, voy a decir que (Y)